El secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados y Organismos Internacionales, Paul Richard Gallagher, se encuentra en Cuba en una visita especial que conmemora los 90 años del establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales, informó la Conferencia de Obispos Católicos.
Gallagher es el primer representante de la Santa Sede que visita Cuba tras la elección del Papa León XIV, a principios de mayo.
La agenda de monseñor Gallagher incluye "actos simbólicos y encuentros pastorales que refuerzan el vínculo entre la Iglesia y el pueblo cubano", así como también el mensaje de unidad, esperanza y caridad que define la misión de la Iglesia, subraya la nota.
La Conferencia menciona, entre los eventos "más relevantes de su visita", la cancelación de un sello postal conmemorativo de los 90 años de relaciones bilaterales. El gesto "subraya la importancia histórica de estos lazos, establecidos en 1935".
El Obispo británico presidirá, además, una Misa de Acción de Gracias en la Catedral de La Habana, en honor al inicio del Pontificado del Papa, señala el comunicado de los Obispos cubanos.
Monseñor Gallagher es el equivalente al ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano. Desde su nombramiento, en 2014, ha jugado un papel clave en la diplomacia de la Santa Sede, promoviendo el diálogo entre naciones y defendiendo los valores de la paz, la justicia social y los derechos humanos.
"Su visita a Cuba refleja el compromiso del Vaticano de acompañar a la Iglesia local y fomentar el entendimiento mutuo", dijo la Conferencia de Obispos Católicos de la isla.
Tras la elección del nuevo papa, el arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, saludó su llegada al Vaticano y manifestó su confianza en que apoyaría a la Iglesia cubana.
“En el caso cubano es una situación muy dura, una situación que, materialmente, y también espiritualmente, con tanto sufrimiento de separaciones y de lucha diaria por la vida, hace que la gente pierda, por lo menos se sienta en un estado de confusión y de desesperanza al no hallar solución. Ahí es donde la iglesia tiene que estar”, dijo entonces monseñor García Ibáñez.
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